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¿2026? Descubre en qué año estamos según los calendarios del mundo

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No todos estamos en el mismo año. Mientras muchos ya están contando los días para recibir el 2026, en otras partes del mundo ese número no significa mucho. No porque no celebren Año Nuevo, sino porque no todos miden el tiempo igual. Para varias culturas, religiones y tradiciones, el año en el que viven responde a otros puntos de partida, otros ciclos y otras formas de entender la historia.

Mirar estos calendarios del mundo va más allá de un dato curioso. También son una forma de recordar que el tiempo es algo cultural. Así que, te recomendamos seguir leyendo para descubrir los distintos años que atravesamos:

Calendario gregoriano: 2026

El calendario que marca oficialmente el 2026 en gran parte del mundo es el gregoriano. Fue instaurado en 1582 para corregir errores astronómicos del calendario juliano y terminó convirtiéndose en el estándar global para el trabajo, los viajes y la vida cotidiana. Pero que sea el más usado no significa que sea el único ni el más antiguo.

Calendario chino: 4723

Según el calendario chino, estamos entrando en el año 4723. Este sistema es lunisolar, lo que significa que combina los ciclos de la Luna y el Sol, y por eso su Año Nuevo no empieza el 1 de enero, sino entre finales de enero y febrero.

El conteo se remonta a más de dos mil años antes de nuestra era y está profundamente ligado a la agricultura, los ciclos naturales y el zodiaco chino. Para millones de personas, ese es el verdadero inicio del año.

Calendario hebreo: 5786

Para la tradición judía, el calendario marca el año 5786. Su punto de partida es la creación del mundo según los textos bíblicos, y su uso sigue siendo central para festividades religiosas y rituales importantes.

Es un calendario complejo, con ajustes constantes para mantenerse alineado con las estaciones, y refleja una forma de entender el tiempo como algo sagrado y cíclico.

Calendario islámico: 1447

El calendario islámico indica el año 1447 y comienza a contar desde la Hégira, la migración de Mahoma en el año 622. A diferencia de otros sistemas, este es completamente lunar, por lo que sus meses son más cortos.

Eso explica por qué celebraciones como el Ramadán cambian de estación cada año. Aquí, el tiempo no se ajusta al clima, sino al movimiento de la Luna.

Calendario budista: 2569

En países como Tailandia, el calendario budista marca el año 2569. Su conteo comienza con la muerte de Buda y convive con el calendario gregoriano en documentos oficiales y en la vida diaria.

Es uno de los ejemplos más claros de cómo dos formas de medir el tiempo pueden coexistir sin problema.

Calendario persa: 1404

El calendario persa señala el año 1404 y tiene como eje el equinoccio de primavera. Es uno de los calendarios más precisos que existen y su Año Nuevo, conocido como Nowruz, celebra la renovación y el equilibrio.

Aquí el tiempo está íntimamente ligado a la naturaleza y a los cambios del mundo físico.

Calendario etíope: 2018

Etiopía vive en el año 2018 y tiene un calendario de trece meses. La diferencia de siete u ocho años con respecto al calendario gregoriano se debe a cálculos distintos sobre fechas clave de la historia cristiana.

Además, su Año Nuevo se celebra en septiembre, no en enero.

Calendario holoceno: 12026

El calendario holoceno propone que estamos en el año 12026. Su idea es simple: sumar 10.000 años al calendario actual para incluir toda la historia de la humanidad desde el inicio de la agricultura.

No es un sistema de uso cotidiano, pero plantea una pregunta interesante: ¿y si midiéramos el tiempo pensando en toda nuestra historia, y no solo en los últimos siglos?

Entonces, ¿en qué año estamos realmente?

La respuesta depende de quién lo cuente. Mientras algunos se preparan para el 2026, otros ya viven miles de años adelante o atrás. Ninguno está equivocado.

Al final, todos compartimos el mismo presente, aunque lo nombremos distinto. Y quizá empezar un nuevo año también sea una buena excusa para mirar el tiempo desde otra perspectiva.

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