Hace 40 años, un 30 de noviembre de 1979, la legendaria banda británica Pink Floyd lanzó The Wall, su undécimo álbum de estudio, el cual se convirtió en uno de los más importantes e influyentes de la historia. Este disco conceptual, para muchos el magnum opus de Roger Waters -líder y bajista de la banda-, cuenta la historia de Pink, una estrella de rock a quien su difícil infancia y el estrellato lo convierten en alguien sumamente infeliz. El álbum dio origen a la película del mismo nombre, protagonizada por Bob Geldof y estrenada en 1982, cuyas innovaciones narrativas y cinematográficas la hicieron igual de revolucionaria. Hoy te contamos algunas curiosidades que quizá no conocías de esta obra maestra.
La alienación como inspiración
El tour In The Flesh, más conocido como Animals Tour, fue el primero donde Pink Floyd tocó en escenarios masivos. Para Roger Waters, la experiencia fue sumamente desgradable, porque sentía que los conciertos aniquilaron la relación entre los músicos y la audiencia. Esto lo llevó a desear aislarse, imaginando la construcción de una pared entre el escenario y el público, y fue de ahí donde partió el concepto detrás de The Wall. El trauma de haber perdido a su padre en la Segunda Guerra Mundial, el formar parte de un sistema educativo represivo y el rechazo a la vida de rockstar son algunos de los paralelos que tiene la historia de Pink con la vida de Roger Waters. Asimismo, se exploran las similitudes con Syd Barrett, cuya frágil salud mental y problemas con las drogas llevó al resto de miembros a despedirlo de la banda.
A la crítica no le gustó mucho
Increíblemente, cuando The Wall salió en 1979, para consagrados críticos como Robert Christgau, el disco era poco más que “maximalismo minimalista kitsch con efectos de sonido y pedazos de diálogo”. En palabras de Kurt Loder, crítico de la revista Rolling Stone, The Wall era “una impresionante síntesis de las ya conocidas obsesiones temáticas de Waters”. Columbia Records, la disquera que produjo el álbum, tampoco estaba contenta con el resultado y la tibia recepción, pero al ver cómo “Another Brick in the Wall Part 2” rompió récords de ventas, toda preocupación fue dejada de lado.
Durante la grabación, Richard Wright fue despedido
Pero el tecladista continuó trabajando como músico asalariado, lo cual lo convirtió en el único (ex) miembro de la banda que ganó dinero durante los carísimos pero impresionantes conciertos realizados para promocionar el álbum. Los conflictos de Roger Waters con el guitarrista David Gilmour y Wright son tan famosos como la música que crearon juntos, y The Wall fue el último disco que los cuatro integrantes originales (sin incluir a Syd Barrett, quien solo grabó el primero con ellos) hicieron juntos. Si bien el aporte de Wright fue mínimo en The Wall, eso no anula sus magníficas contribuciones en álbumes como Ummagumma(1969), Atom Heart Mother (1970) y Meddle(1971).
La supuesta sincronización entre The Wall y Alicia en el País de las Maravillas (1951)
Esta hipótesis, defendida por varios fans desde hace décadas, sostiene que si escuchas el álbum -saltándote “Comfortably Numb“-, el contenido de la letra de los temas “coincide” con varias escenas del clásico de Disney. Por ejemplo, en “The Thin Ice” la canción dice “No te sorprendas/cuando aparezca una grieta en el hielo“, al mismo tiempo en que Alicia mete su dedo en el agua creando ondas. Los miembros de la banda constantemente han desmentido cualquier conexión intencional con la película, así como la supuesta relación entre otro de sus álbumes, The Dark Side of the Moon(1973) y El Mago de Oz (1939).
El mensaje escondido en “Empty Spaces”
Cada cierto tiempo, surge el pánico en ciertos ciudadanos por supuestos mensajes ocultos en álbumes que solo se descubren si estos se escuchan al revés. No obstante, Pink Floyd sí escondió uno de esta forma en el octavo tema de The Wall, “Empty Spaces“. Justo antes de la parte lírica, lo que suena como un sinsentido al escucharlo normalmente, es en realidad la voz de Roger Waters felicitando al oyente por encontrar el mensaje. También añade que pueden dirigirse al “Viejo Pink” (una posible referencia a Syd Barrett), quien está en un hospital psiquiátrico, pero cuando Waters está a punto de indicar la ubicación exacta, alguien (James Guthrie, productor de la banda) lo interrumpe, avisándole que su esposa lo está buscando.
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“La razón detrás de los muros siempre es el miedo”
Esas fueron las palabras de Roger Waters en una película realizada por la ONU, Walled Horizons (2010). Como mencionamos arriba, el muro que Pink construye es resultado de sus traumas, miedos y rechazo a la sociedad en la que vive. Kory Grow, columnista de Rolling Stone, redactó un artículo donde cuenta cómo vio al ahora Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, irse a mitad de un concierto de Roger Waters en 2010. Sin embargo, el principal promotor de la construcción de un muro entre su país y México, no llegó a ver el segundo acto, donde la pared construida por el Pink fascista finalmente cae, con lo cual el personaje se libera de sus odios y aislamiento autoimpuesto. ¿Quizá las políticas del Presidente pudieron ser algo diferentes de haber visto el show completo? Quién sabe.
Que The Wall siga siendo relevante, temática y musicalmente hasta el día de hoy, es prueba del genio de los miembros de Pink Floyd, cuyo legado va mucho más allá de sus álbumes de estudio, conciertos y vídeos.
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