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5 pinturas famosas de Van Gogh que debes conocer (con historia incluida)

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Solo el nombre de Vincent van Gogh suena con fuerza en el mundo del arte, evocando, inmediatamente, imágenes con colores que explotan en el lienzo y una pasión que trasciende el tiempo. Sin embargo, detrás de la fama y la admiración que hoy lo rodean, se esconde la historia de un artista incomprendido en su época, que luchó contra la depresión y las enfermedades mentales, y que solo encontró el reconocimiento verdadero después de su muerte.

A pesar de su talento excepcional, Vincent vivió una vida plagada de dificultades. Sufría de depresión y episodios psicóticos que lo llevaron a internarse en un hospital psiquiátrico e incluso a mutilarse la oreja. Pero su pasión por la pintura nunca flaqueó, y continuó creando obras maestras hasta el final de sus días.

Lamentablemente, no alcanzó a ver el reconocimiento que su obra tendría en el futuro. Falleció a la temprana edad de 37 años, sin haber vendido ni un solo cuadro. Sin embargo, su legado artístico ha crecido exponencialmente con el paso del tiempo, y hoy en día es considerado uno de los artistas más importantes e influyentes de la historia.

Por eso, en esta nota te vamos a contar sobre las 5 pinturas famosas de Van Gogh que debes conocer sí o sí. ¡Ah! Y recuerda que aún puedes ser parte de Van Gogh Vivo, una experiencia de arte inmersiva en Plaza Norte que te hará amar mucho más su arte.  ¡Compra tus entradas aquí!

 

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1. La Noche Estrellada

¿Quién no ha visto o al menos escuchado sobre La Noche Estrellada de Van Gogh? Esta obra maestra, pintada en 1889, se ha convertido en una de las imágenes más reconocibles de la historia del arte, inmortalizada en todo, desde pósters y tazas hasta camisetas y tatuajes. Pero más allá de su fama, La Noche Estrellada es una ventana a la mente y el alma de un artista atormentado por la genialidad.

Van Gogh creó esta obra mientras se encontraba internado en el asilo Saint-Paul-de-Mausole en Saint-Rémy-de-Provence, luchando contra la depresión y las alucinaciones. Se dice que la pintura está inspirada en la vista desde su ventana, pero muchos críticos ven en sus cielos arremolinados un reflejo de la agitación interna del artista.

A pesar de ser considerada hoy en día como una de las obras de arte más valiosas del mundo, Van Gogh no la consideraba un éxito. De hecho, en una carta a su hermano Theo, la describió como un “estudio nocturno” y un “fracaso”.

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'La noche estrellada', posiblemente la pintura más famosa de Vincent van Gogh: una iglesia de silueta oscura contra un cielo nocturno lleno de espirales.

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2. Autorretrato

Entre los 35 autorretratos que pintó a lo largo de su tormentosa vida, este de 1889 se alza como una de las pinturas famosas de Van Gogh más icónicas. En él, el artista se retrata con su atuendo de trabajo habitual: chaqueta y camisa azules. No hay adornos, solo una mirada cruda y honesta que nos permite adentrarnos en su alma. Sus rasgos marcados, el surco en su frente y los llamativos tonos rojos de su cabello y barba no se suavizan, sino que se resaltan con una honestidad brutal.

Se cree que este es el último autorretrato, pintado un año antes de su trágica muerte. Los patrones alucinatorios en espiral que rodean su rostro son un eco de su obra más famosa, La noche estrellada, y reflejan la turbulencia interna que lo atormentaba.

La imagen de Van Gogh en este autorretrato se ha convertido en un ícono del arte: el artista melancólico e intenso, consumido por la emoción y la agitación. Se sabe también que Van Gogh recurrió a los autorretratos por varias razones: vanidad artística, documentación de su evolución física y mental, y, como dato poco conocido, la falta de recursos para pagar modelos.

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Un autorretrato de Vincent, con remolinos alucinatorios y una mirada intensa y melancólica.

3. Los Girasoles

En el sur de Francia, entre 1888 y 1889, Vincent van Gogh se sumergió en la creación de una serie de pinturas que se convertirían en uno de sus íconos más reconocidos: Los Girasoles. A pesar de que comúnmente se habla de Los Girasoles como una única obra, en realidad se trata de dos series completas:

  • Los Girasoles de Arles: Creados durante su estancia en la Provenza, esta serie inicial consta de cuatro versiones y tres repeticiones de la misma temática.
  • Los Girasoles de París: Menos conocidos, estos cuadros fueron pintados durante su época en la capital francesa junto a su hermano. Muestran flores menos exuberantes, pero no por ello menos espectaculares.

Las cartas de Van Gogh a su hermano y amigos revelan su profundo amor por estas flores. Los veía como una fuente de inspiración y alegría, y disfrutaba enormemente plasmándolos en sus lienzos.

  • ¿Dónde está ahora? En todo el mundo: El Met de Nueva York, el Museo Kröller-Müller en Otterlo, el Museo Van Gogh en Ámsterdam, el Museo de Bellas Artes de Berna, la Galería Nacional de Londres, el Museo de Arte de Filadelfia , el Museo de Arte Japonés Sompo en Tokio y la Neue Pinakothek en Múnich

Tres ejemplos de pinturas de girasoles de Van Gogh, que presentan girasoles en flor en jarrones.

4. Terraza de Café por la Noche

Realizada en 1888, marca un hito en su trayectoria, ya que aquí da vida por primera vez a sus icónicos cielos estrellados. En ese momento de su vida, recién llegado a Arles, se encontraba lleno de inspiración y esperanza. Su pasión por el arte se refleja en cada detalle, desde la textura de la mesa hasta el brillo de las estrellas.

La historia detrás de la obra nos revela a un artista fascinado por la noche. “Ahora tenemos un cuadro de la noche sin negro”, escribió Van Gogh. Su objetivo era capturar la belleza de la oscuridad, utilizando colores vivos y evitando el negro tradicional.

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Terraza de café por la noche, un cuadro de Van Gogh que representa una escena nocturna iluminada en Arlés.

5. La Habitación de Vincent en Arles

Rodeado de simples muebles y colores cuidadosamente seleccionados, el dormitorio de Van Gogh era su refugio después de un largo día de trabajo. Aquí, entre sábanas verde limón y paredes violeta pálido, encontraba la inspiración para crear algunas de sus obras más célebres.

Pintada en 1888, lejos de ser una simple representación de muebles, El dormitorio de Arlés es una de las pinturas famosas de Van Gogh. Un torbellino de colores que narran la historia de un hombre y su mundo interior. Van Gogh, con su característico estilo postimpresionista, plasma en cada pincelada sus emociones más íntimas.

Sorprendentemente, existen tres versiones casi idénticas de El dormitorio de Arlés, cada una expuesta en un museo diferente. Esto nos permite apreciar las sutiles variaciones que Van Gogh introdujo en cada obra, reflejando quizás diferentes estados de ánimo o momentos de su vida.

  • ¿Dónde está ahora? En el Museo Van Gogh, Ámsterdam (1ra versión), Instituto de Arte de Chicago (2da version), Museo de Orsay, París (3ra versión)

El dormitorio de Arlés, cuadro de Vincent van Gogh que se conserva en el Museo Van Gogh de Ámsterdam

 

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