OBSERVADOS (THE WATCHERS) comienza con una narración que explica que hay un bosque en Irlanda donde se sabe que desaparece gente. Mientras, en la pantalla vemos a un hombre de identidad desconocida que huye porque es perseguido por criaturas sedientas de sangre.
A continuación, la acción se traslada a Galway, donde Mina (Dakota Fanning) trabaja en una tienda de animales. Su jefe le pide que transporte un periquito amarillo a través del país. Sin embargo, por el camino su coche sufre una avería y ella y el pájaro no tardan en darse cuenta de que el bosque les está causando delirios y confusión.
A medida que se va acercando el atardecer, siguen a una mujer de movimientos rápidos llamada Madeline (Olwen Fouéré), que los conduce a un refugio seguro, donde conocen a una joven casada, Ciara (Georgina Campbell), y a un joven adolescente soltero, Daniel (Oliver Finnegan). Madeline les explica que, tras la puesta de sol, los cuatro deben cogerse de la mano y presentarse ante un espejo, frente al cual se encuentran criaturas sobrenaturales homicidas que les observarán durante toda la noche.
Pero mientras Madeline les explica las reglas para sobrevivir, Mina está convencida de que será ella quien escape de lo que sea que les esté observando.
La película está basada en la novela homónima de A.M. Shine.
¿Qué nos pareció?
Creo que “Observados” tiene una premisa interesante y un reparto de talento, que, a pesar de su peso, no pueden salvar a esta historia de la familia Shyamalan de ser una película de terror mediocre que escatima en la construcción del mundo. Es muy posible que el libro de Shine dedique más tiempo a explicar el contexto del misterio central, pero el giro del tercer acto de la película está tan mal entretejido que es posible que te rías confundido. Aun así, Fanning -siempre una actriz sobresaliente- hace lo que puede con el endeble material, mostrando suficiente química tanto con el pájaro como con sus coprotagonistas para vender la historia durante un rato.