Reseña | «Together: Juntos hasta la muerte»: Cuando la fusión física refleja lo emocional

¿Qué pasaría si el amor se volviera tan intenso, tan profundo… que terminara siendo imposible separarse?

La película Together: Juntos hasta la muerte (2025), protagonizada por Dave Franco y Alison Brie, lleva esta idea al extremo con una historia tan rara como poderosa, donde el terror corporal se mezcla con las emociones más profundas de una relación desgastada.

La trama sigue a Tim y Millie, una pareja que decide dejar la ciudad e instalarse en una zona rural para “empezar de nuevo”. Pero ese nuevo comienzo se ve torcido por una fuerza sobrenatural que habita cerca de su nuevo hogar. Tras beber de un pozo subterráneo, ambos empiezan a experimentar un fenómeno espeluznante: sus cuerpos comienzan a fusionarse.

Lo interesante es que esta fusión física no es gratuita ni gore por el morbo. Es una metáfora brutal y brillante sobre lo que pasa cuando una relación se vuelve insana, cuando ya no sabes dónde acabas tú y empieza la otra persona. El guión no busca respuestas fáciles: muestra las grietas, el apego, la codependencia… todo lo que no se dice, pero se siente.

A nivel visual, Together no se guarda nada. Hay escenas grotescas, pero también momentos de ternura y miedo existencial. La química entre Franco y Brie, que también son pareja en la vida real, logra que el viaje sea aún más íntimo y desgarrador. Sus actuaciones se sienten honestas, llenas de culpa, frustración y una esperanza que no termina de apagarse.

Aunque el ritmo puede sentirse lento en algunos tramos, y el elemento sobrenatural se vuelve un poco caótico hacia el final, la película logra su objetivo: incomodar, emocionar y dejarte con una sensación rara pero fascinante. No es una historia de amor tradicional. Es una historia de fusión, de transformación y de todo lo que puede salir mal… cuando ya no sabes estar solo.

Together: Juntos hasta la muerte ya está disponible en cines así que prepárate para una experiencia intensa, visualmente impactante y emocionalmente incómoda, pero que vale cada minuto. Porque a veces, estar juntos no significa estar bien.