Manual para sobrevivir al día del amor siendo soltero (y no morir en el intento)

Se acerca el 14 de febrero, ese día donde el amor se siente más que nunca, las redes sociales se llenan de fotos empalagosas, y tú… Bueno, tú estás pensando en cómo sobrevivir sin sentirte como la oveja negra. ¡No te preocupes! Aquí tienes una guía práctica para pasar este día mejor de lo que pensabas.

1. Haz planes estratégicos para evitar parejas

Este es el día perfecto para evitar lugares cliché: restaurantes, parques románticos y cines. En su lugar, ve al gimnasio (nadie va el 14), haz una maratón de tu serie favorita o explora actividades que no implican globos con forma de corazón flotando a tu alrededor.

2. No revises las redes sociales… ¡por tu bien!

Los posts de “mi amorcito me sorprendió con esto” pueden causar un nivel de ‘’¿POR QUÉ NO A MI?’’ que no necesitas en tu vida. Si sabes que te puede afectar, mejor pasa el día desconectado o llena tus redes con memes para contrarrestar tanta miel.

3. Haz algo productivo, pero divertido

Usa el día como excusa para tachar algo de tu lista de pendientes, como aprender una receta nueva, reorganizar tu cuarto o empezar ese hobby que siempre quisiste. Bonus: hazlo mientras escuchas música que te ponga en modo “soy soltero/ay poderoso/a”.

4. Celebra con otros solteros

Organiza una anti-fiesta de San Valentín con tus amigos solteros. Puedes ver películas que no tengan romance, jugar juegos de mesa o simplemente reírte de lo cursi que puede ser el amor en exceso.

5. Recuerda: no todo es como parece

Esa pareja que subió la foto perfecta con un ramo de rosas probablemente discutió sobre dónde cenar antes de tomarla. Y sí, hay mucha gente en relaciones que envidian tu libertad. Así que no te compares; disfruta de tu vida tal como es.

6. Si nada funciona, el chocolate siempre está ahí para ti

El chocolate no te decepciona, no te pide explicaciones y siempre está dispuesto a acompañarte. Cómprate tu caja favorita y disfruta de cada bocado sin compartir.

Conclusión:

Estar soltero en San Valentín no es un drama, es una oportunidad para recordarte que no necesitas a otra persona para sentirte completo. Aprovecha el día para consentirte, reírte de las situaciones cursis y, sobre todo, amar a la persona más importante en tu vida: ¡tú!