El deslumbrante show que Muse dio en Lima ayer fue el broche de oro con el que la banda británica cerró su gira, el Simulation Theory World Tour. Esta los llevó por más de 25 países donde realizaron casi 60 conciertos. El Jockey Club fue el escenario de esta presentación histórica, pues era la primera vez que Perú estaba entre sus destinos y los miles de fans, quienes por años esperaron verlos en vivo, experimentaron todo lo que habían imaginado y mucho más.
Kara Paulus
El concierto empezó poco antes de las 9 p.m. con la presentación de los teloneros, Kaiser Chiefs, banda que irrumpió en la escena del post-punk revival en 2005 con su álbum debut, Employment. Era la sexta vez que la agrupación británica venía a Sudamérica pero nunca antes habían tocado en Perú. El vocalista Ricky Wilson hizo lo imposible para motivar a la audiencia al correr de aquí para allá y alentar los cantos de la gente, en especial a aquellos que no conocían su música.
Dado que Kaiser Chiefs no era el plato fuerte, la producción se limitó a encender las luces de la parte central del escenario, mientras que las pantallas laterales se quedaron apagadas. Los hits “Everyday I Love You Less and Less”, “I Predict a Riot”, “Oh My God” y en especial “Ruby”, hicieron saltar a aquellos fans que venimos siguiendo a Kaiser Chiefs desde sus inicios, y nos quedamos contentos con esta breve pero entusiasta presentación.
Aproximadamente a las 10 p.m. llegó el momento que todos esperábamos. Muse subió al escenario para arrancar con la versión alternate reality de “Algorithm”, el tema con el que inicia su último álbum, Simulation Theory (2018). Inmediatamente después, empezaron los acordes de “Pressure”, donde Matt Bellamy nos dio una primera prueba de su destreza con la guitarra. Los fans seguimos las órdenes del Drill Sergeant, segmento que precede a “Psycho”, canción de su penúltimo álbum, Drones(2015). “Break Into Me” le siguió, pero fue con “Uprising” que la audiencia empezó a saltar y gritar sin parar. La combinación del juego de luces, los bailarines en el escenario y la energía de los músicos fue tal que parecía imposible creer que el show recién comenzara.
Muse continuó con una versión stripped down de “Propaganda”, otra canción del último álbum. Esta performance nos preparó para la energía y sensualidad de “Plug in Baby”, joya de su segundo disco, Origin of Symmetry (2001). Matt Bellamy dominó el escenario con sus super solos de guitarra, vestido con una vistosa casaca y lentes con luces que claramente no eran obstáculo para tocar.
Luego de tocar “Pray (High Valyrian)”, todos cantamos a viva voz “Break me out / let me flee”, el coro de “The Dark Side”, cuarto single del Simulation Theory. “Supermassive Black Hole” tuvo como intro un conocido riff del soundtrack de la película Close Encounters of the Third Kind, y nos hizo rebotar hasta que terminó la siguiente canción, “Thought Contagion”.
Luego de un breve interludio, el bajista Chris Wolstenholme, quien se puso de nuevo al extremo de la pasarela, empezó a tocar la que quizá sea su mejor línea de bajo, “Hysteria”. Este es un tema de su emblemático tercer álbum, Absolution(2003), y los fans no dudamos en tararear todos sus riffs de guitarra. Como si fuera poco, al finalizar la canción el baterista Dominic Howard se acercó a preguntarnos qué tema preferíamos que tocaran a continuación, “Bliss” o “Showbiz”. La respuesta fue contundente, los fans eligieron la primera opción y la banda cumplió magistralmente.
El show siguió con “The 2nd Law: Unsustainable”, tema del álbum del mismo nombre (2012), para después encantarnos con una maravillosa versión gospel de “Dig Down”, canción que abrió uno de los segmentos más emotivos del concierto. Los tres miembros se pusieron en el extremo de la pasarela central del escenario con Dominic tocando una batería electrónica, y pidieron a los fans que encendieran las luces de sus celulares para acompañar la canción.
Luego de otro interludio, la voz de Matt se deslizaba sobre los inconfundibles beats y sonidos electrónicos de la aclamada “Madness”, tema que cautiva a los fanáticos por su elegancia. “Mercy” le siguió y fue durante esa performance que Matt Bellamy bajó del escenario a saludar a algunos afortunados fans. Después, vino otro himno del Absolution, “Time Is Running Out”, canción que todos coreamos de principio a fin. Este segmento concluyó con “Starlight”, himno que nos emocionó tanto que hasta lo volvimos a cantar saliendo del concierto.
Muse continuó con la versión completa de “Algorithm”, para luego dar inicio al último bloque del concierto: el clásico “Metal Medley” conformado por “Stockholm Syndrome”, “Assassin”, “Reapers”, “The Handler” y “New Born”. Aquí la producción superó todas las expectativas, pues el alucinante juego de luces estaba acompañado de una figura inflable de 16 metros de altura en forma de robot, amenazante delante de la pantalla principal. Tampoco faltaron los fanáticos que aprovecharon el Metal Medley para realizar un improvisado pogo en la zona Campo B.
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Pero como lo bueno dura poco, el concierto llegó a su fin con la canción que resume el estilo único de Muse: “Knights of Cydonia”. Como es costumbre en sus shows, esta inició con una solitaria pieza de Ennio Morricone, “Man With A Harmonica”, tocada por el gran Chris Wolstenholme, un genial preludio para esta suerte de ópera del rock. Matt, Chris y Dominic se despidieron de los fans peruanos agradeciendo la entusiasta recepción que les dimos, y nos aseguraron que de todas maneras volverían cuando realicen su próxima gira. Solo nos queda esperar que esa promesa se cumpla muy pronto.
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