Es famoso el amor de los ingleses por el juego en todas sus formas; por algo han inventado todos los deportes, desde los que requieren un esfuerzo físico de mayor o menor intensidad (del golf al rugby) a los que se practican sentados alrededor de una mesa y generalmente, por dinero, si queremos considerarlos deportes (el Poker ya está aceptado como tal) O por qué no frente a algún dispositivo digital, como sucede en estos últimos años y sigue sucediendo crecientemente sin solución de continuidad, potenciado en la pandemia de Covid 19. Por supuesto, tanta afición al juego no empezó de un día para otro. Hay una larga y rica historia detrás.
Qué dice el pasado
El largo camino que va desde los dados hechos con piedra o hueso, hasta la conformación de imperios digitales como bet365 tiene hitos notables. En el derecho inglés (“common law”, que basa las decisiones jurídicas en los antecedentes de fallos anteriores y en los usos y costumbres, y no en códigos fijos como en los países de tradición hispana) el juego era legal en todas sus formas. Pero a partir de 1541 la corona promulgó una ley que transformó a casi todos los juegos de azar en ilegales.
Poco se cumplió, pero hizo que las deudas de juego no se pudieran cobrar con juicios. Normas posteriores de 1710 , 1728, 1738, 1739 y 1744 fueron dándole forma a los sistemas de apuestas, cada vez con más flexibilidad. Hasta que la ley de Juegos de 1845 legalizó casi todos los juegos de azar.
Los establecimientos para apostar se multiplicaron como hongos, no sin que algunas otras leyes trataran de frenarlos, en vano. Desde 1928 otras normativas regulan las apuestas en hipódromos, y la Ley de loterías de 1934 incluyó a las carreras de galgos. Mientras, las apuestas al fútbol se volvieron cada vez más populares, y fueron reguladas por otra ley de 1947. En 1960 se autorizaron los casinos privados, y por último el gobierno estableció su propia Lotería Nacional en 1994.
De ayer a hoy
Así quedó conformado un ecosistema de juegos públicos altamente sofisticado y desarrollado, que pasó de la permisividad absoluta y casi de inmediato a la prohibición total en el siglo XVIII, a la actualidad con cada actividad lúdica muy controlada y legislada pero siendo todas legales. Es la forma que encontraron los sucesivos gobiernos ingleses para evitar protestas o la actividad de las mafias, que siempre prosperan en la ilegalidad. Y por supuesto, para recaudar jugosos impuestos, siendo hoy uno de sus principales recursos.
El panorama se completa con las plataformas digitales, que se multiplicaron tanto como los locales “físicos”, y precisamente de Inglaterra surge la indiscutida número 1: Bet365, que incluso está diversificada al mundo del deporte “real”: sus fundadores son dueños del club de fútbol más antiguo del país: el Stoke City FC, que tiene su campo de juego precisamente llamado “Estadio Bet365”, con capacidad para 30 mil personas, en Staffordshire.
Escrito por: Mariana Castillo