Te lo decimos desde ya: prepárate porque hoy se trata de ese estruendo atronador que sacudió el universo del rock progresivo. Sí, como lo lees. Ha llegado el momento de adentrarnos en los laberintos del pasado y descubrir los enigmas que han envuelto a una de las bandas más legendarias de todos los tiempos. Hablamos de lo que pasó entre Roger Waters y Pink Floyd.
El inicio de Pink Floyd
Para quienes no lo sepan, Pink Floyd es una de las bandas más importantes e influyentes en la historia de la música. Su incursión en el estilo psicodélico con tintes espaciales le dio tal popularidad que llegó al punto de marcar una revolución en el rock.
Como tal, la banda fue fundada en 1965 por Rogers Waters y Syd Barret. Este último fue quien le dio el nombre final al grupo, ya que antes se llamaban “Sigma 6”. Sin embargo, la parte musical y lírica fue algo que Roger tenía bajo su cargo.
¿Y qué fue lo que sucedió?
Syd empezó a presentar problemas al momento de ensayar y de tocar en vivo, más que nada por su problema con las drogas, motivo por el que fue echado de la banda. Así fue que se unieron nuevos miembros, como David Gilmour, quien, junto a Waters, compartió la responsabilidad del canto y de la composición.
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Cuando los problemas empezaron
En el 85, comenzaron a soplar vientos de discordia dentro de Pink Floyd. Después del lanzamiento de “The Final Cut”, el álbum conceptual infame que generó divisiones entre los seguidores de la banda, la chispa interna se desvanecía. Roger Waters, uno de los pilares fundadores, decidió abandonar el grupo en busca de nuevos horizontes.
Sin embargo, la historia no termina ahí. Aunque Waters dejó Pink Floyd, no renunció a su talento incomparable y comenzó una carrera en solitario. Sus álbumes, como “The Pros and Cons of Hitch Hiking” y “Amused to Death”, demostraron que su voz resonaba con fuerza en la industria musical.
Mientras tanto, los miembros restantes de Pink Floyd, David Gilmour, Nick Mason y Richard Wright, tomaron las riendas del legado. Con los derechos del nombre en sus manos, continuaron su viaje musical bajo la icónica bandera rosa. Álbumes como “A Momentary Lapse of Reason” y “The Division Bell” mostraron que la magia de Pink Floyd seguía viva.
Pero ojo acá, porque no fue tan fácil.
Roger Waters abandonó la banda con un comunicado que anunciaba su su disolución completa. Los otros miembros, sin embargo, negaron la noticia y comenzaron una batalla legal para continuar con Pink Floyd, debido a que Roger no veía con buen ojo que siguieran usando el nombre.
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Roger Waters y Pink Floyd: una posible reconciliación
Como cosa del destino, los caminos de Waters y Gilmour se cruzaron nuevamente En el año 2005, durante el épico concierto benéfico “Live 8” en Londres, el ensordecedor rugido del público anunció el momento culminante. Waters se unió a Gilmour, Mason y Wright en el escenario, haciendo que el corazón de los fanáticos latiera al unísono.
En ese instante, el universo presenció una frágil reconciliación, un destello de lo que fue y nunca sería de nuevo. La alquimia musical y los recuerdos compartidos se entrelazaron en cada nota. Aun así, el implacable paso del tiempo los volvió a separar.
Las chispas de la discordia continuaron resonando entre Waters y sus excompañeros. El uso del nombre de Pink Floyd sin su consentimiento fue una fuente constante de conflicto y desencadenó batallas legales que ensombrecieron aún más su relación.
Así, la historia de Roger Waters y Pink Floyd se convirtió en un laberinto de intrigas y pasiones musicales. Un recordatorio de que incluso entre los genios, las diferencias pueden prevalecer.
¿Qué dices tú? ¿Crees que volverán a unirse las voces que alguna vez resonaron juntas?
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