Cuando Ximena se olvidaba de hacer su lonchera simplemente no almorzaba. Hasta hace una semana, sus días empezaban despertándose a las 7 de la mañana y llegando a casa las 11 de la noche. Entre clases, talleres, compromisos comerciales, ensayos, un podcast y actuar en una obra teatral, Xime tenía el tiempo tan apretado que solía almorzar en un taxi entre compromiso y cita. Y en medio de esa intensidad, en más de una oportunidad se dio cuenta que extrañaba a su familia, la simpleza de reír sin preocuparse con su hermano Nano o simplemente el poder acariciar a sus perros Anakin y Mambo. Sin embargo, entendía que cuando uno persigue un sueño tiene que hacer sacrificios.
Cuando se enteró de la cuarentena, Xime decidió dejar el departamento que compartía junto a sus dos amigas y volver a la casa de sus papás. Consciente que ambos tienen condiciones de riesgo, para el Covid-19, sintió que el momento ameritaba estar junto a su familia. Hoy admite, mientras come en su cama de toda la vida las tostadas francesas que su papá le hizo, que si bien extraña horrores a su novio Alonso y a sus amigas, necesitaba esta desacelerada en su vida cotidiana para sentir la complicidad de su hogar. Además, estos días de sosiego le han permitido volver a conectarse con su comunidad virtual, esos seguidores que el día a día había dejado de dedicarle el tiempo acostumbrado.
La obra “Mañana me caso”, la filmación de dos películas y su participación en “Los Reyes del Playback” era todo lo que se venía en la semana que quedó paralizada por el aislamiento. “Tenía pensando doblar a Rosalía en mi primer Playback”, nos cuenta Ximena quién se quedó con las uñas hechas.
Y si bien muchos planes han quedado pendientes, ella admite que no siente ansiedad en gran medida porque en los meses previos gracias a su capacitación actoral (acompañado de charlas con especialistas) le ha enseñado a aceptar y entender la realidad con honestidad. Así, como Shrek, se ha dado cuenta que todos somos una cebolla a la que tenemos que quitarle capas para llegar a la esencia. Hoy de ese lugar, pese a la coyuntura, vive con tranquilidad.
No es sencillo estar enamorada y estar lejos. Esta cuarentena llegó para cortar la cercanía que los últimos 6 meses tenía con Alonso, donde convivieron intensamente. Por más que la tecnología les permite hacer videollamadas y compartir el detalle de sus días, la lejanía con Alonso es lo que más le cuesta. Sin embargo, por estos días hay una canción que está repicando en su mente con más intensidad que de costumbre: “No te vayas” de Camilo. Esa que recita “loco por verte de nuevo / que de extrañarte estoy acostumbrado /pero yo quiero tenerte a mi lado”, y que hace unos meses, cuanto esto parecía una quimera, Alonso se la dedicó sin saber todo lo que significaría con el tiempo. Sin saber que hoy se convertiría en el himno de su ansiado reencuentro.