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¿Vale la pena ver “No te preocupes cariño” de Olivia Wilde?

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La nueva película dirigida por Olivia Wilde “No te preocupes cariño” o también conocida como “Don’t Worry Darling”, se ha visto envuelta en una tormenta desde su estreno, y no necesariamente por la trama y la calidad de la película. Ya sea por marketing o por algunos “malentendidos” entre el cast de la película, ha logrado durante estas últimas semanas mantenerse en el ojo público.

¿Y qué opina la crítica? Pues, no ha sido muy generosa con la entrega de Don’t Worry Darling” y la ha tildado como “cliché” y que simplemente, es una cinta que no cumple con todo lo que promete como “thriller psicológico”. Aún así, hace falta mirarlo desde otro escenario. En lo personal, no diría que la película es mala del todo.

Pero, ¿de que va realmente la trama? Esta se sitúa allá por la década de los 50 en una comunidad visualmente atractiva llamada “Victoria”. Un lugar habitado por familias en donde se visualiza a la mujer con el clásico rol de “ama de casa” y al hombre como el “principal proveedor de recursos”. Ahí es donde encontramos a Alice (Florence Pugh) y Jack (Harry Styles), una pareja de esposos jóvenes y sin hijos, en una vida de ensueño. Todo es perfecto, hasta que ya no lo es.

En Victoria pasan muchas cosas. Todos disfrutan de lo bueno que es vivir ahí pero, pocos la analizan -y es que realmente no les conviene-. Jack se va trabajar todas las mañanas como todos los hombres de la comunidad, mientras que Alice se queda en casa para limpiar y cocinar hasta esperar a su esposo y repetir lo mismo todos los días. Jack trabaja en un proyecto muy importante y secreto… el “Proyecto Victoria”, y aquí es cuando comienzan las dudas sobre de que va este trabajo. Para este punto ya es un poco predecible que ese “proyecto” guarda algo más y aquí es donde empieza el calvario de Alice.

Debo reconocer que la primera parte de la cinta resulta un poco lenta y hay partes que pudieron omitirse para añadir momentos de suspenso. La aparición de Margaret (KiKi Layne), una de las amigas de Alice, empieza a cambiarlo todo. La tildan de estar “fuera de sus cabales” y se encuentra en un “tratamiento” que la ayudará a sanarse. Alice de primera deja pasar esta situación -llevada por los comentarios de sus otras vecinas- pero nunca le cerró la idea de que Margaret haya cambiado drásticamente sin una razón.

No pretendo hacer un spoiler total de la película, pero para este punto, se ve reflejado que Wilde logra una estética muy limpia, desde las tomas, la escenografía, hasta el vestuario, todo es muy pulcro. El foco en definitiva se lo lleva Florence Pugh, que es un manojo de emociones y sabe transmitir la frustración que lleva su personaje durante la película.

Don’t Worry Darling tiene muy marcado también el concepto del patriarcado y el intento de derrumbarlo con los cuestionamientos de Alice hacia Frank, (Chris Pine) quien se viste de pies a cabeza como alguien “ejemplar y exitoso”, el cual se ve revelado gracias a su postura inquietante. De hecho, desde su primera aparición en escena, puedes intuir que es el malo de la película -pero no el único-.

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Debo resaltar que en escena, la pareja de Harry Styles y Florence Pugh se ve muy orgánica. El cantante británico cumple su papel, es encantador y te invita a querer conocer más sobre Jack. En ciertas escenas, sobretodo las que implican emociones mas fuertes, se nota cierta carencia y aún falta le falta ese ingrediente especial para conectar. Nada que la experiencia no pueda mejorar, obviamente.

Si me preguntan si recomendaría esta película, diría que . Logras conectar con la trama y el mensaje. Es una entrega diferente a lo que puedes ver ahora mismo en carteleras y créeme, hay imágenes que no podrás sacar de tu cabeza luego de verla. Claro que hay gustos para todos, pero Don’t Worry Darling también es una muy buena opción. Al salir de la sala te aseguro que te quedarás con ganas de cuestionarlo todo.

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