Una copa de vino nunca está de más, sobre todo porque cae super bien para cualquier ocasión. Y el cine también lo sabe. Por eso, en muchas películas, esta bebida clásica ha tomado protagonismo al punto de convertirse en eje central de la película, en tópico importante, e incluso en un personaje más. Para demostrártelo, te compartimos algunos ejemplos del vino en el cine, porque las películas no serían lo mismo sin una buena botella, un paseo entre viñedos o un brindis.
1) La copa del 007
Nuestro querido James Bond tiene gustos otros gustos exquisitos, más allá del martini con vodka mezclado. El champagne, que es un vino espumante, también es uno de los favoritos de este personaje entrañable. Tanto ha sido su relación, que se ha vuelto todo un clásico verlo descorchar botellas de la marca Bollinger hasta convertirla en un ícono mundial, sobre todo en el terreno enólogo-cinematográfico.
De hecho, el Consejero Delegado de la Societé Jacques Bollinger declaró en una ocasión el orgullo que le suponía celebrar ya cuatro décadas al lado de Jambes Bonds.
2) El vino que sabe mejor con pollo frito
Se podría decir que “Entre Copas” no solo va de un par de amigos que van a celebrar la depedida de soltero de uno de ellos, sino que también es un homenaje al vino y a cómo este puede crear vínculos que reemplacen situaciones cotidianas, como el coquetear.
Por eso, esta película es una de las clásicas y favoritas de todo amante del cine y del vino, ya que fusiona ambos mundos con gran prolijidad. Claramente, el protagonista estrella es nada más y nada menos que un Chateau Cheval Blanc 61, el cual es considerado uno de los mejores vinos de la historia. Tan solo una botella puede llegar a costar 1300 euros.
Lo increíble de la película es cómo el protagonista termina bebiendo esta peculiar botella. ¿Spoiler? Lo hace en un vaso de plástico, en un restaurane de comida rápida y en plena crisis existencial.
3) Lo clásico para Casablanca
Cuando hablamos de vino clásico, siempre se nos sobreviene una sensación de elegancia, que combina bastante bien con una copa de vino. Si vas a ver “Casablanca”, entonces tu misión es conseguir una botella de champagne, pero no de cualquiera, sino del que beben en la película: Un Mumm Cordon Rouge.
Este espumoso francés contiene la mezcla de más de 100 crus diferentes, llegando a tener 20 meses de maduración en la bodegas. Sin embargo, lo que le da a su sabor ese toque especial es el protagonismo de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman: “Siempres nos quedará París”.
4) El brindis de Jack antes del iceberg
¿Creíste que ya lo estabas olvidando? Pues lo traemos de vuelta.
Jack, el querídisimo personaje de Leonardo Di Caprio que se ganó el corazón de todo el mundo, sobre todo el de Rose, tiene una escena compartida con un vino, y es uno en especial. Para empezar, el joven de sueños valientes brindaba por un mejor futuro para él y su amada, sin saber que la desgracia llegaría a ellos dentro de muy poco. Pero lo importante acá es que mientras brindaba, lo hacía con una copa de Henri Abelé, un champagne que realmente se sirvió en la última cena previa al hundimiento del Titanic.
5) De la realidad a la ficción
¿Sabes lo que fue El Juicio de París? Aunque parece el nombre de una película, realmente fue un momento en la historia. Se dio en 1976 y consistió en una cata a ciegas que llegó a poner los vinos americanos a la altura de los vinos franceses. Y “Guerra de Vinos” es una película que describe los hechos que luego derivaron en el juicio antes mencionado, colocando nuevamente como protagonista al vino en el cine.
En este juicio se enfrentaron los Cabernet Sauvignon y Chardonnay contra los Gran Crus de Burdeos y los Borgoñas. ¿Te imaginas quién ganó? Los vinos de calfornia.