Día Mundial del Entrenador de Fútbol: Los 5 entrenadores más queridos del Perú

El fútbol peruano ha tenido técnicos que marcaron época. Algunos por su estilo de juego, otros por devolvernos la fe, y muchos porque dejaron huella en sus equipos y en la selección. Aquí repasamos a esos DTs que los hinchas recuerdan con una sonrisa (¡o con lágrimas en los ojos!).

En la historia del fútbol peruano hay técnicos que dejaron huella más allá de los títulos. Su estilo, liderazgo y conexión con la hinchada los convirtieron en personajes inolvidables. Aquí recordamos a cinco de los más queridos:

1. Ricardo Gareca

El técnico argentino que nos devolvió la fe. Con Gareca, Perú clasificó a un Mundial tras 36 años, llegó a una final de Copa América y recuperó una identidad futbolística. Más allá de lo táctico, se ganó el cariño de todo un país por su humildad, su entrega y por creer siempre en el jugador peruano.

2. Didí

Valdir Pereira, más conocido como Didí, fue un crack como jugador y un maestro como técnico. En 1970 llevó a Perú a uno de sus mejores Mundiales. Fue él quien potenció a figuras como Cubillas y Chumpitaz. Su legado perdura como símbolo de buen fútbol y respeto.

3. Julio César Uribe

Uribe no solo fue un genio con la pelota: como entrenador, su pasión, carisma y frases inolvidables lo convirtieron en un personaje entrañable. Dirigió a la selección y a varios clubes, siempre con una mezcla de emoción y personalidad. Querido y polémico, es parte de nuestra cultura futbolera.

4. Freddy Ternero

Nadie olvidará al DT que hizo historia con Cienciano: campeón de la Copa Sudamericana 2003 y la Recopa 2004 frente a gigantes como River Plate y Boca Juniors. Más allá de los trofeos, Ternero fue símbolo de trabajo, fe y humildad. En Cusco, su nombre es leyenda. En el Perú, eterno.

5. José del Solar

Amado por la hinchada de Universitario y respetado por su entrega en la selección. Como técnico, Chemo del Solar vivió momentos duros, pero siempre dio la cara y se mantuvo firme. Su estilo directo y su amor por el fútbol lo han convertido en una figura constante del balompié nacional.