La escena teatral en el Perú no sería la misma sin el talento, la visión y la fuerza de estas cinco mujeres. Desde propuestas experimentales hasta puestas en escena masivas, estas directoras de teatro peruanas han marcado un antes y un después en las tablas nacionales. Si te apasiona el teatro (o si estás empezando a explorarlo), estos nombres son clave para entender la riqueza y diversidad de la dramaturgia hecha en el país.
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Mariana de Althaus
Mariana es una de las directoras de teatro peruanas más reconocidas de las últimas décadas. Ha explorado con maestría las relaciones familiares, la memoria y las heridas emocionales de la sociedad limeña en obras como El sistema solar y Padre nuestro. Su estilo combina sensibilidad, humor y una mirada crítica que cala hondo.

Ana Correa
Miembro del emblemático grupo Yuyachkani, Ana Correa es sinónimo de teatro político, testimonial y comprometido. Su trabajo se basa en la memoria colectiva, los derechos humanos y la justicia social. Es conocida por su unipersonal Antígona, basado en el texto de José Watanabe, donde el dolor y la resistencia se funden en escena.

Patricia Frayssinet
Otra de las grandes directoras de teatro peruanas es Patricia Frayssinet. Con una sólida carrera como actriz, directora y formadora, ha aportado al teatro peruano con su enfoque riguroso y emocional. Ha trabajado tanto en teatro clásico como contemporáneo, y es reconocida por su capacidad para dirigir elencos con intensidad y humanidad. Además, ha sido un puente clave entre generaciones de artistas.

July Naters
Fundadora de Pataclaun, July ha revolucionado el teatro y el humor escénico en el Perú. Su enfoque combina clown, improvisación y crítica social con un estilo fresco, irreverente y muy peruano. Ha formado a decenas de artistas que hoy brillan en distintos formatos, y su legado va mucho más allá del escenario.

Chela de Ferrari
Fundadora y directora artística del Teatro La Plaza, Chela es conocida por proponer obras que incomodan, cuestionan y conmueven. Bajo su dirección, el teatro se ha convertido en un espacio de debate sobre temas como la discriminación, la identidad y los derechos civiles. Sus montajes como Mucho ruido por nada y La Cautiva son ejemplo de teatro con impacto social.

Estas cinco directoras no solo hacen teatro: lo transforman. Con estilos muy distintos, todas comparten algo en común: una pasión imparable por contar historias que nos interpelan, nos emocionan y nos hacen pensar.
¿Ya has visto alguna obra de ellas? Si no, esta es tu señal para hacerlo.
